Tras 10 días de detención arbitraria por participar en el reinicio de la Marcha Nacional Boitel y Zapata Viven, el ex preso político José Daniel Ferrer García narro su experiencia durante su violento arresto y durante su estancia forzada en calabozos de condiciones infrahumanas.
La detención ocurrió el dia 2 de Diciembre en Palma Soriano, durante el segundo dia de la Marcha Nacional en esa región. El dia anterior la marcha se efectuó en Guantánamo y hubo 35 detenciones de opositores. En Palma Soriano, cuenta José Daniel Ferrer, “logramos concentrar 49 activistas. Los otros fueron detenidos en las afueras de la vivienda donde estábamos reunidos cuando trataban de entrar”.
A pesar de los arrestos, Ferrer destaca que burlaron los operativos de los policías locales porque por dos días iban llegando opositores a la vivienda, poco a poco, desde Contramaestre, Santiago de Cuba, San Luis, Palmarito de Cauto y otras regiones. Ángel Moya se llego en representación de la Unión Matancera. “Cuando los oficiales se percataron de esto,” narra Ferrer, “montaron un amplio operativo con mas de un centenar de uniformados, mas de una decena de policía políticos entre jefes y colaboradores y cerraron las calles y cercaron la vivienda”.
Rápidamente, los oficiales del régimen ubicaron dos ómnibus cerca de la casa. El activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) subrayo la ironía e hipocresía del uso de estas guaguas, pues eran las que “fueron introducidas por el grupo ‘Pastores por la Paz’ para, supuestamente, noble causas y usos sociales”. En vez, los represores le dieron uso a las maquinas para oprimir al pueblo cuando salió el grupo anti-castrista a las calles. “Usaron las guaguas para trancar las calles y para montarnos a la fuerza”. El grupo de activistas fue divido entre ambas guaguas e incluso fueron golpeados encima de ellas.
“En mi caso a mi me dieron mucho pero con menor fuerza en comparación a Ángel Moya,” relata Ferrer, “me dieron puñetazos, con las manos abiertas, y hasta me pusieron un dedo en la boca para prevenirme gritar consignas”.
De ahí, los opositores fueron distribuidos a unidades policiales a través de la provincia, y todos sufrieron golpizas. “Incluso la sangre de los tres que fueron heridos mas fue esparcida por los cristales de la guagua, enfrente a la vista de mas de varios centenares de vecinos de Palma Soriano quienes presenciaba la brutalidad policial contra personas pacificas”.
Como resultado de la violencia pública, el activista afirma un hecho muy importante: que en las calles “hay muchos comentarios favorables sobre los opositores y comentarios muy críticos hacia los agentes represivos de la tiranía”.
Dentro de los calabozos
La celda de la Unidad “La Maya” en cual fue introducido Ferrer García no era nada inusual para un ex preso político- pésima alimentación, pésimo higiene, suciedad, insectos, y en fin, condiciones infrahumanas. “Además de las condiciones horribles, también habían muchos mosquitos y ahora tengo picadas por todo el cuerpo”. Tampoco faltaron las acostumbradas amenazas. “Nos amenazaron con que nos llevarían a prisión y en el caso mío, de Ángel Moya y de Jorge Cervantes (los últimos en ser liberados) nos presentaron una medida cautelar donde nos acusaban del supuesto delito de desorden público”. Los tres activistas negaron aceptar este documento y no lo firmaron.
José Daniel comparte que entre las amenazas en su contra, también se dirigían a Ángel Moya y Jorge Cervantes. “Me dijeron los oficiales de la policía política que tienen como fin meter preso a 20, 30, o 40 activistas o meter preso a los lideres que mantienen el creciente accionar disidente”, a lo cual el opositor respondió que “ni con mi prisión ni con la prisión de 20 o 30 más van a paralizar la lucha a favor de la libertad y de los derechos humanos en Cuba porque esta lucha va creciendo, seguirá adelante y tiene una meta definida: libertad para Cuba”.
José Daniel Ferrer García fue excarcelado en horas de la tarde del lunes 12 de Diciembre, al igual que lo fue Jorge Cervantes, quien permaneció en huelga de hambre durante los 10 días. Ferrer declaro que varios oficiales de la policía política le informaron que Ángel Moya Acosta sería llevado en ómnibus a la Habana porque no lo querían en Oriente.
“Si mañana- dia 14 de Diciembre- confirmamos en la mañana que Moya no ha llegado a la Habana, pues entonces Damas de Blanco y otros activistas protestaremos en la Unidad Micro 9 de Santiago de Cuba donde fue detenido en primer lugar, para exigir su libertad inmediata”, declaro Ferrer.
El opositor no mostro ningún tipo de intención en frenar sus actividades constantes a favor de la libertad plena de Cuba.